Pasaron
las horas, y de repente sonó el timbre. A lo tonto, había pasado mis
tres últimas horas de clase ahí en ese hueco, pensando y pensando. Últimamente no hacia más que pensar en todo.
De
repente me acordé de que Rai se quedaba a mi casa a comer y salí
corriendo de allí.
Al
llegar a la puerta, Rai y Dorian se estaban dando un abrazo. Me quedé mirándolos un buen rato, y de repente, Rai me vio y se despego de él.
Después de eso, me acerqué a ellos y Dorian me hablo.
-Hey
Nahia, ¿dónde te habías metido?. Te has perdido varias clases y los
profesores han preguntado por ti.
-No
me encontraba bien, así que me quede sentada en el patio. Cuando me
di cuenta ya era tarde y pasaba de entrar a clase.
-Ah
bueno vale, es que yo también estaba preocupado. Pensé que te había
pasado algo.
-Oh
no.. estoy bien tranquilo. Ya estoy bien.
En
ese momento llegó la madre de Dorian y se despidió de nosotros.
Rai
al ver marchar a Dorian se dirigió a mí:
-Bueno,
creo que tú y yo tenemos algo pendiente.
-¿Que
podemos tener pendiente tú y yo?
En
ese momento se acercó a mí mientras me miraba fijamente a los ojos.
Estaba petrificada, sin moverme. Estaba sintiendo mil cosas por
dentro. Mi corazón latía tan deprisa que pensaba que se me iba a
salir, en ese momento.. reaccioné.
-En
primer lugar, mantén las distancias y en segundo lugar ve al grano
porque ahora mismo no puedo pensar. -Mientras que en el fondo sabía
perfectamente a lo que se refería.
Se
alejó un poco de mí pero sin apartar la mirada y dijo:
-Tenemos
una comida pendiente, para hablar las cosas.. y eso.
-Ah
vale, pues si te parece vamos ya porque no me encuentro bien y quiero
llegar a mi casa. -Con todo borde y asqueroso.
El
camino a mi casa se me estaba haciendo eterno. Los dos ahí, andando,
sin decir absolutamente nada. En ese momento nuestras miradas se
cruzaron por un segundo mientras él me sonreía y no sé porqué
pero.. me gustó. Él era absolutamente hermoso, una de las cosas más
preciosas que había visto. No sé porqué pensaba lo que pensaba,
pero lo pensaba.
Después
de un largo rato de incomodidad, llegamos a casa.
-Yo
voy a mi casa un momento. Mi madre no sabe que como en otra casa y
como no sé a que hora voy a llegar no la quiero preocupar.
-Esta
bien, yo te espero en mi casa. -Con un tono tan borde que hasta yo me
extrañe.
Luego
de eso yo me fui a mi casa y él a la suya.
Al
entrar
fui directo a la cocina, necesitaba agua. Después de beberme un vaso
de agua, subí a mi cuarto y me cambié de ropa, me puse algo cómo y
baje otra vez a la cocina.
No
sabía que hacerle a Rai de comer, así que opte por una pizza.
Mientras se hacía puse un poco de música, en ese momento llamaron
al timbre.
Era
Rai.
Al
abrirle la puerta se quedó mirándome de arriba abajo. No me había
dado cuenta de que esa camiseta no era la apropiada para recibir a un
chico en casa, pero ya era tarde.
-Has
tardado. -Le dije para que dejase de mirarme. Me esta poniendo
nerviosa.
-Sí
perdona, es que mi madre me ha liado un poco.
Nos
dispusimos a comer la pizza y él para romper ese silencio incómodo
empezó a hablar.
-¿Has
hablado con Dorian?
-¿Sobre
qué tendría que haber hablado con él?
Antes de que le diese tiempo a responder, sonó el teléfono.