domingo, 5 de octubre de 2014

Capitulo 17.

-¿Qué ha pasado Nahia?, ¿te ha hecho algo malo?

Yo estaba tan alterada que no sabia ni que decir.

-Nahia respondeme, ¿te ha hecho algo?

-No mamá no, no me ha hecho nada.

-¿Y por qué gritabas de esa manera?

No le podía decir a mi madre que gritaba porque soy la peor amiga del mundo, que gritaba porque el Lunes no sabría como mirar a Dorian a la cara después de haber besado a Rai. Había sido sólo un beso, pero yo me sentía la peor de las personas.

-Mamá.. vete..

-Pero Nahia hij..

-Mamá, ¡QUE TE VAYAS!

Después de ese grito mi madre salio de la habitación y yo me quedé llorando en mi cama hasta quedarme dormida.

Cuando me desperté ya era Sábado y sin saber porqué, sentía que me iba a explotar la cabeza de lo mucho que me dolía.

Estaba echa mierda así que me di una ducha rápida y bajé a desayunar. Cuando bajé me di cuenta de que mi madre no estaba y me alegré porque sabía que me iba a preguntar sobre lo ocurrido ayer y tenía cero ganas.

Hoy era sábado de limpieza así que terminé de desayunar, puse algo de música y me dispuse a empezar.

Después de un rato limpiando tuve que parar.

Ese maldito dolor otra vez.

Ya casi ni me acordaba de él porque hacia mucho que no me dolía pero se ve que aunque no me doliese, nunca se fue.

Por fin terminé de limpiar.

Me iba a sentar en el sofá a descansar mientras miraba la tele, pero justo cuando la iba a encender.. llamaron a la puerta.

-¡Hey Nahia!

¿Dorian?. ¿Qué hace aquí?. ¿Sabría algo de lo que pasó ayer con Rai?. Me quede mirándolo con cara de sorprendida pero no por mucho tiempo.

-Ho.. ho.. hola Dorian. -Mientras le daba dos besos. -Pasa, pasa. No te quedes ahí.

-Pasaba por aquí y bueno como ayer no pudimos quedar porque tenias cosas que hacer pues pensé que hoy podíamos hacer algo juntos.

-Oh pues la verdad..

-No me puedes dar un 'no' por respuesta porque no te lo acepto.

No podía decirle que 'no' pero es que tampoco tenia ganas de decirle que 'sí' así que le dije..

-Esta bien. ¿Qué tienes pensado?

-Pues he traído palomitas, comida basura y un montón de cosas más.

-¿Tarde de pelis? -Mientras me reía sarcásticamente.

-Sí querida Nahia, tarde de pelis con el maravilloso Dorian. -Se echó a reí él también.

-Uhh, será divertido.

O eso quería.

Dorian y yo no pusimos a arreglar salón. Lo queríamos convertir en una especie de cine y bueno, creo que lo conseguimos.

Ya teníamos las películas elegidas así que podíamos empezar la tarde de pelis.

Nos disponíamos a hacerlo cuando llamaron por segunda vez al timbre.

¿Quién sería ahora?, pensé.

viernes, 3 de octubre de 2014

Capitulo 16.

-Pero ahí no acaba todo. Yo pensaba que había encontrado a esa persona especial hasta que nos mudamos.

Mis ojos se abrieron hasta decir basta.

-¿Cómo que hasta que te mudaste?, no entiendo.

Él bajó la mirada.

-Al mudarnos.. pues.. te conocí a ti, y te estarás preguntando que tienes que ver tú con eso. Te lo diré. Al verte, sentí como una muy buena extraña sensación. Nunca me había pasado.. ni siquiera con Dorian.

Mientras él hablaba, yo me ponía más y más roja.

-¿Estas bien?. -Mientras me miraba con una mini sonrisa.

-Sí, tranquilo. Puedes seguir.

-Bueno y eso. Luego empezamos las clases y pensé que no te iba a volver a ver pero casualmente nos tocó en la misma clase y no te puedes imaginar lo que sentí.

Yo como tonta le pregunté:

-¿Que sentiste?.

Tardo un poco en responder pero lo hizo.

-Sentí que estaba traicionando a Dorian al pensar en ti como lo estaba empezando ha hacer.

En ese momentos levanté la mirada y nuestros ojos se juntaron. Dorian era mi amigo pero estaba empezando a sentir cosas por Rai y era imposible parar. Me merecía a alguien como él, pensaba.

-¿Por qué te quedas callada? -Me dijo.

-Es que no sé que decirte, ni que hacer.

Nos volvimos a mirar, pero en esta ocasión.. él me acarició la cara y mientras me miraba, se empezó a acercar lentamente hacia mi y antes de que pudiese pasar algo.. llamaron al timbre.

Era mi madre.

-Hola mami. -Mientras la besaba.

-Hola cariño. Perdona por hacerte levantar, pero es que la guay de tu madre se ha olvidado de sus llaves. -Mientras se reía. -¿Estabas haciendo algo?

Antes de poder responder, Rai la saludó.

-Hola señora.

-Ah, hola Rai. -Mientras me miraba riéndose.

Yo me puse rojísima por la mirada que me había echado mi madre.

Se saludaron y después de hacerlo, le dije a Rai que subiese a mi habitación.

Me quedé hablando un rato con mi madre y luego subí a mi cuarto. Antes de entrar me quedé observando a Rai durante un rato. Él estaba tumbado en mi cama con los ojos cerrados y yo estaba embobada mirando. En ese momento mi madre dio una carcajada que se escucho hasta arriba y Rai miró hacia la puerta donde yo estaba.

Me cogió del brazo, cerró la puerta, y me empujó hacia él. Estaba temblando porque era la primera vez que me ocurría eso, pero a la vez estaba tan feliz que no podía ni parpadear.

-Creo que antes nos quedamos en algo.

-N.. n.. no, no sé de que me hablas.

-Sí, si sabes de que te hablo y tienes tantas ganas como yo. Te lo noto.

-Si tan seguro estas, porque no continuas con la labor.

Y sin responder, así lo hizo. No pensé que fuese capaz.

No fundimos en un beso que me será difícil olvidar. Su labios se fundían con los míos como si sólo fueran uno. Que bien besaba, pensé. No quería que parase.

En ese momento se me vino la imagen de Dorian a la cabeza y como una loca lo aparté de mí.

-Esto no ha estado bien. -Mientras me limpiaba los labios. -No ha estado nada bien.

-¿Cómo que no?, sí. Te he sentido cerca.

-NOOOOOOOOO, no has sentido nada. Quiero que te vayas. ¡VETE RAI!, ¡VETE!.

-Pero.. Nahia.. yo..

En ese momento mi madre abrió la puerta y Rai sin poder hacer nada, se fue.

Capitulo 15.

-Hola, ¿quién es?.

-Hola, ¿esta Nahia?.

-Sí, soy yo.

-Ah hola Nahia, soy Dorian.

Muchas cosas se me pasaron por la cabeza.

-Hola Dorian, ¿y eso que me llamas?.

-Es que me aburro y quería saber si te apetecía dar una vuelta o algo.

En ese momento y antes de que pudiese responder, Rai preguntó que quién era y por desgracia.. Dorian lo escuchó.

-Eh Nahia, ¿ese que acaba de hablar.. es Rai?

-No, ¿cómo iba a ser Rai? -Mientras me reía sarcásticamente.

-Joder, pues se parecían en voz. -Él también se echó a reír.

-No creo que pueda salir hoy.. emm.. tengo muchas cosas que hacer, aparte de que es Viernes y me gustaría descansar.

-Vale, no te preocupes. Nos vemos otro día o el Lunes en clase.

-Okey. Bueno te dejo. Un beso.

Le colgué sin darle tiempo a responder. En ese momento, Rai me miró.

-¿Qué quería?.

-Quería quedar para dar una vuelta.

-¿Y tú que le has dicho?.

-Pues le he dicho que no, que tenía cosas que hacer.

-Mejor.

No le pregunté a Rai porque había dicho eso.

Mientras él estaba con el móvil, seguramente hablando con Dorian, me puse a recoger la cocina para después poder hablar con él más tranquilos.

Terminé de recoger la cocina y nos fuimos al salón, nos sentamos en el sofá y empezamos ha hablar.

-Haber, ¿qué tienes que decirme?.

Él echó una carcajada y dijo:

-Pues no sé por donde empezar.

-Da igual, empieza por donde quieras. Lo importante es que empieces.

Extrañamente no podía dejar de mirarlo. Me gustaba mirarlo. Era una sensación un tato rara, pero me gustaba.

-Como sabrás Dorian y yo somos.. pareja.

Después de soltar eso por la boca, automáticamente baje la mirada y respiré hondo.

-A lo mejor me empezarás a odiar después de todo lo que te voy a contar pero tengo que contártelo todo para que.. no sé.. intentes entenderme.

-Vale tranquilo, yo te voy a escuchar.

-Yo empecé a salir con él en una época de mi vida en la que no sabía quien era y que sentía. No había tenido casi novias y con las pocas con las que había estado, sentía que no me habían llenado lo suficiente hasta que lo encontré a él. Nos llevábamos tan bien. Él me comprendía a la perfección y eso en el fondo me asustaba porque nunca me había pasado y menos con alguien de mi mismo sexo. Empezamos ha hablar y a quedar todos los días y a mí me gustaba, hasta que un día él me dijo que era gay. Después de saberlo, me distancié de él pensando que era lo mejor.. pero no. Lo empecé a echar de menos y un día casualmente, me llamó. Me empezó a pedir perdón por algo que no había hecho y yo me sentí como la peor de las personas, así que le dije de quedar. Después de hablar las cosas, nos abrazamos, y luego.. sin saber como.. nos besamos. Al principio me extrañé, pero luego.. lo volví a besar; desde entonces llevamos cinco meses juntos.

Yo no sabía que decir después de todo lo que me acaba de decir. Iba a soltarle algo en plan chica extrañada, pero no me dejó porque siguió hablando.

sábado, 20 de septiembre de 2014

Capitulo 14.

Pasaron las horas, y de repente sonó el timbre. A lo tonto, había pasado mis tres últimas horas de clase ahí en ese hueco, pensando y pensando. Últimamente no hacia más que pensar en todo.

De repente me acordé de que Rai se quedaba a mi casa a comer y salí corriendo de allí.

Al llegar a la puerta, Rai y Dorian se estaban dando un abrazo. Me quedé mirándolos un buen rato, y de repente, Rai me vio y se despego de él. Después de eso, me acerqué a ellos y Dorian me hablo.

-Hey Nahia, ¿dónde te habías metido?. Te has perdido varias clases y los profesores han preguntado por ti.

-No me encontraba bien, así que me quede sentada en el patio. Cuando me di cuenta ya era tarde y pasaba de entrar a clase.

-Ah bueno vale, es que yo también estaba preocupado. Pensé que te había pasado algo.

-Oh no.. estoy bien tranquilo. Ya estoy bien.

En ese momento llegó la madre de Dorian y se despidió de nosotros.

Rai al ver marchar a Dorian se dirigió a mí:

-Bueno, creo que tú y yo tenemos algo pendiente.

-¿Que podemos tener pendiente tú y yo?

En ese momento se acercó a mí mientras me miraba fijamente a los ojos. Estaba petrificada, sin moverme. Estaba sintiendo mil cosas por dentro. Mi corazón latía tan deprisa que pensaba que se me iba a salir, en ese momento.. reaccioné.

-En primer lugar, mantén las distancias y en segundo lugar ve al grano porque ahora mismo no puedo pensar. -Mientras que en el fondo sabía perfectamente a lo que se refería.

Se alejó un poco de mí pero sin apartar la mirada y dijo:

-Tenemos una comida pendiente, para hablar las cosas.. y eso.

-Ah vale, pues si te parece vamos ya porque no me encuentro bien y quiero llegar a mi casa. -Con todo borde y asqueroso.

El camino a mi casa se me estaba haciendo eterno. Los dos ahí, andando, sin decir absolutamente nada. En ese momento nuestras miradas se cruzaron por un segundo mientras él me sonreía y no sé porqué pero.. me gustó. Él era absolutamente hermoso, una de las cosas más preciosas que había visto. No sé porqué pensaba lo que pensaba, pero lo pensaba.

Después de un largo rato de incomodidad, llegamos a casa.

-Yo voy a mi casa un momento. Mi madre no sabe que como en otra casa y como no sé a que hora voy a llegar no la quiero preocupar.

-Esta bien, yo te espero en mi casa. -Con un tono tan borde que hasta yo me extrañe.

Luego de eso yo me fui a mi casa y él a la suya.

Al entrar fui directo a la cocina, necesitaba agua. Después de beberme un vaso de agua, subí a mi cuarto y me cambié de ropa, me puse algo cómo y baje otra vez a la cocina.

No sabía que hacerle a Rai de comer, así que opte por una pizza. Mientras se hacía puse un poco de música, en ese momento llamaron al timbre.

Era Rai.

Al abrirle la puerta se quedó mirándome de arriba abajo. No me había dado cuenta de que esa camiseta no era la apropiada para recibir a un chico en casa, pero ya era tarde.

-Has tardado. -Le dije para que dejase de mirarme. Me esta poniendo nerviosa.

-Sí perdona, es que mi madre me ha liado un poco.

Nos dispusimos a comer la pizza y él para romper ese silencio incómodo empezó a hablar.

-¿Has hablado con Dorian?

-¿Sobre qué tendría que haber hablado con él?

Antes de que le diese tiempo a responder, sonó el teléfono.

martes, 5 de agosto de 2014

Capitulo 13.



Oh Nahia, veo que ya has conocido a Rai. -Mientras se ponia al lado de él.

Sí, justo nos hemos cruzado.

Rai no dijo nada y yo me estaba poniendo un poco nerviosa asi que decidi hablar de una vez.

-Bueno, me tengo que ir. Os dejo. Nos vemos después en clase o.. no sé. Adiós.

No les di tiempo a responder.

Mientras subia las escaleras para ir a clase de italiano, no dejaba de pensar en todo lo que me habia pasado en tan apenas unas horas. ¿De verdad Dorian era homosexual? y la preguta que mas rondaba mi cabeza, ¿de verdad Rai también lo era y estaba con Dorian?. No encontraba respuesta para ninguna de las dos.

Llegue a clase y ahí estaba Tea, y desgraciadamente estaba con Derek. ¿Desde cuando a Derek le gustaba el italiano?. Sin comentarios.

Al pasar por su lado, los dos me miraron, pero sobretodo la que más me miro fue Tea. Yo también la mire, pero baje la mirada al momento.

Cada día que pasaba la echaba más de menos, pero a la vez no podia dejar de pensar en todo lo que habia pasado con Derek.

Pasaron las horas y yo no dejaba de pensar y pensar en el tema de Rai.

Empezaba a tener una esperanza respecto a todo lo relacionado con el amor, y de repente... puf, se ha desvanecido por completo.

Sonó el timbre. Hora del patio. Al terminar la clase sali lo mas rapido de ahi, pero al hacerlo Tea empezo a seguirme y me detuve para ver lo que queria.

¿Se puede saber por qué me sigues?, ¿no tienes otra cosa mejor que hacer?

Ella con su cara de pena me dijo:

Sí, tengo cosas que hacer, pero una de ellas eres tú.

Yo muy sarcastica..

Oh, ¿de verdad?. Pensé que Derek era tu unica prioridad.

No digas tonterias anda. Sabes que una de mis prioridades eres tú Nahia.

Harta de escucharla le di una palmadita en el hombro y me fui al patio. No iba a seguir perdiendo el tiempo hablando con desconocidas.

Al irme ella empezó a gritar mi nombre para que me detuviese, pero no le hice caso.

Al llegar al patio vi a Rai, y que raro, estaba solo. Segui mi camino y no me detuve, desgraciadamente él me vió. No queria hablar con él despues de lo de esta mañana asi que sali corriendo.

Él al verme, salió corriendo detrás de mi... y me alcanzó. En el patio habia un hueco apartado en el que casi nadie iba, asi que me empujo hacia alli y empezamos a hablar.

¿Se puede saber por qué huyes de mí?.

No huyo de ti, simplemente no quiere hablar contigo, digo... con nadie.

Has hablado con Dorian, ¿verdad?.

¿Hablado de qué?. -Mientras ponia cara de no saber nada.

No te hagas la tonta. Sabes perfectamente de lo que te estoy hablando y te lo puedo explicar.

No me tienes que explicar nada. Las cosas son como son y no hay más que decir.

Mientras hablaba con él, sentia tantas cosas a la vez. No sé si seria porque estabamos los dos solos, o porque simplemente lo tenia tan pero tan cerca de mi.

El seguia intentando convencerme...

No, las cosas no son como tú las estas pensando. Sólo te pido que me des una oportunidad para explicarte todo.

Esta bien. Esta tarde. En mi casa. Ven por la tarde que mi madre no esta.

En ese momento sonó el timbre, pero antes de irse... se acercó a mí lentamente, y me beso en la mejilla.

Mi cuerpo se congeló sin saber porqué y no supe reaccionar.

Al final me quedé en ese hueco. Sola. Y pensando.

lunes, 4 de agosto de 2014

Capitulo 12.

¡Nahia!, ¿me puedes explicar que haces mirando al vecino?.

Yo como no sabía que contestarle, le dije cualquier cosa a ver si colaba.

Pues... pues... estaba bajando la persiana.

Bajando la persiana eh. Pero si te he pillado infraganti. ¿Cómo puedes ser tan mentirosa?.

No te estoy mintiendo, te digo la verdad.

Gire la cabeza para ver si él seguía allí y SÍ seguía. Se estaba partiendo de la risa, y con razón.

Mi madre estaba haciendo un mundo por mirar por la ventana a un chico sin camiseta. Al final mi madre molesta, salió de mi habitación y se fue a dormir.

Nada más irse mi madre seguí buscando que ponerme. Agache un momento la cabeza debajo de la cama para buscar mis ‘Vans’ y al levantarla... allí estaba él, con un cartel apoyado sobre la ventana.

En el cartel ponía: ‘Bonito pijama, vecina fisgona’ y una carita feliz.

En ese momento me di cuenta de que mi pijama no era el adecuado para ver a un chico sin camiseta por la ventana. Así que me empecé a reír cual tonta. Yo obviamente le respondí con otro cartel.

En el mío ponía: ‘Gracias vecino sin camiseta. ¿Te has divertido con el show de mi madre?’.

El me respondió al instante.

Se empezó a reír y me puso: ‘Si JAJAJAAJ nunca me había reído tanto. Que pillada más tonta.’.

Y es verdad, fue una pillada tonta la de mi madre.

Después de estar un buen rato riéndome, le escribí: ‘Bueno vecino sin camiseta, me voy a dormir que mañana tengo instituto. Buenas noches.’, él por otra parte puso: ‘Vale vecina fisgona. Que duerma usted bien. Buenas noches’.

Luego de ponerme ese último cartel, apagamos las luces y nos dormimos. Me lo pase muy bien.

A la mañana siguiente me desperté la mar de feliz. No paraba de recordar mi conversación a distancia con Rai. Me duche y bajé corriendo a desayunar. Tenía la esperanza de encontrármelo por la mañana. Cogí una manzana y salí de casa. Saque mi IPod y justo antes de poner la canción... apareció.

Casualmente íbamos por el mismo camino, así que se paró a esperarme. Yo sin que se diera cuenta, aligere el paso hasta llegar a él y nos saludamos.

¡Buenos días vecina fisgona!.

¡Buenos días vecino sin camiseta! –Mientras me reía por debajo.

Bonita charla la de ayer por su ventana. Debo decirle que me gustó mucho.

A mí también me gustó mucho. Oye, sé que te gusta mucho llamarme ‘Vecina Fisgona’ pero... ¿podrías llamarme Nahia?.

Me sentí rara al soltarle eso pero es que tenía que decírselo. Me estresaba que me llamase ‘Vecina Fisgona’. Igual no quería decir que no me gustase que él me llamara así.

Se empezó a reír y luego me dijo:

Está bien ‘Vecina fisgona’, desde este momento te llamare Nahia.

Muchas gracias. –Mientras sonreíamos los dos.

Después de mucho caminar llegamos al instituto. De lejos y al lado de la puerta vi a Dorian, así que me despedí de Rai y me fui con él. Mientras caminaba hacia ella me choque con Tea.

Qué momento más incómodo. En fin.

Seguí mi camino y por fin llegue a Dorian. Hoy estaba más guapo de lo normal. Me arriesgaría a decir que estaba ASOMBROSO. Sin exagerar. Así que le pregunte.

Uy Dorian, ¿y eso que vienes tan guapo?.

Hola Nahia. Te lo voy a decir, pero prométeme que no se lo dirás a nadie.

Vale, cuánto misterio. No te preocupes, seré una tumba.
Pues a ver hoy se incorpora un nuevo chico a clase, que casualmente es... MI NOVIO.

A ver, a ver. ¿Qué es tu QUE?, ¿Me estas vacilando?- Mientras me meaba de la risa.

Lo que has oído. Es mi novio. Pero nadie lo sabe. Es una historia muy larga.

Yo seguía sin dar crédito a lo que mis oídos estaban oyendo. Dorian.. con novio. Era flipante, y lo que mas me flipaba era que Dorian fuese GAY.

¿Quién sería el novio misterioso?. En todo caso, estaba feliz por él. Deje de pensar y me dirigí a clase. Dorian al sonar el timbre, salió pitando y yo como sabía que era para ver si su querido novio había llegado a clase, fui más lenta.

Al llegar a la puerta de clase vi a Dorian abrazando y besando a un chico, que sin saber porqué me resulto familiar. Luego entraron a clase y yo con ellos.

El tutor ya había llegado, lo que significaba que presentarían al novio de Dorian como nuevo alumno. Me senté en mi sitio y note a Dorian súper feliz. Que mono. El novio de Dorian seguía de pie y a mí me seguía sonando familiar. Ese pelo.Esa ropa.

En ese momento el tutor mando callar y empezó a hablar.

¡Buenos días chicos!, hoy tenemos con nosotros a un nuevo alumno. Se llama Rai. ¿Puede darse la vuelta, por favor?.

En ese momento mi cara no podía dar crédito a lo que estaba viendo. Era Rai. Mi vecino. El chico por el que sentía cositas tontas. El novio de mi amigo y ahora compañero de clase. Ay dios. ¿En serio?. En ese momento, Dorian me soltó:

Ay Nahia, me estoy muriendo de felicidad. ¿A que es guapo?.

Yo no sabía que decirle. Estaba petrificada. Así que así como la que no quería la cosa, le conteste:

Sí, es ‘súper’ guapo. Te felicito.

Gracias. Me costó mucho hacerme con él. Las masas lo devoraban continuamente, pero él me prefirió a mí. –Con cara de enamorado me lo decía.

Me lo imagino, me lo imagino.

Al fondo de la clase se escuchaba a Camille decirle a Tea que se lo pensaba ligar. Que era muy guapo y bla bla bla. Yo pensé... ‘Por encima de mi cadáver dejare que jodas a Dorian’.

Después de una clase en tensión, sonó el timbre y salí de clase lo más rápida que pude. No quería que Rai me dijera nada. Pero fui demasiado lenta, el me sorprendió por detrás.

Hey Nahia, ¿me parece o estas huyendo de mi?.

Ah, Hola Rai. Que va, ¿yo?, ¿Por qué iba yo a hacer eso?.


Antes de que él me contestara... llegó Dorian.

sábado, 2 de agosto de 2014

Capitulo 11.

¿Qué son estas horas de llegar Nahia? –Me dijo con un tono enfadado.

Lo siento. Me he entretenido y se me ha pasado la hora.

Podrías haberme llamado para decirme que llegabas tarde. Me he preocupado. Sabes que después de lo que te paso no quiero que andes sola por si te da algo y no hay nadie ahí contigo.

En ese momento supe que no estaba enfadada sino preocupada por mí. Para tranquilizarla le dije:

Mama sé que debo cuidarme. Pero no quiero que te preocupes por mí. Estoy bien. He llegado tarde sólo eso. Ya está.

En ese momento se acercó a mí y nos fundimos en un abrazo de madre e hija.

La quiero.

Llegaba tarde a trabajar así que me dijo dónde estaba la comida y después se fue. Hoy para comer tenía macarrones con bacon. Mmm... delicioso. Los calenté en el micro y me senté en la mesa a comer. Mientras comía no dejé de pensar en mis nuevos vecinos. En ese momento, alguien llamo a la puerta.

Abrí aún con comida en la boca y allí estaba. Era mi nuevo vecino Rai. ¿Qué hacía aquí?, pensé. Harta de estar en silencio... se lo pregunté.

¡Rai!, ¿Qué haces aquí?.

Me percaté de que en las manos llevaba una especie de tarta. ¿Sería para mí?.

Vengo a traerle esto a tu madre. Tu madre le hizo un pastel a la mía, que por cierto estaba muy buena y vengo a entregarle este.

Ah... pues muchas gracias. Mi madre no está pero le diré que la has traído. ¿Algo más?.

Se quedó pensando después de que le dijera eso. Me preocupe.

Mmm no, eso es todo.

Vale. Adiós.

Le di un golpe a la puerta ya que no podía cerrarla con la mano y me fui. Deje la tarta en la nevera, que por cierto tenía una pinta increíble y terminé de comer. Lave mis platos y subía mi cuarto.

Me puse el pijama ya que no pensaba salir más en todo el día y encendí mi ordenador. Como siempre, me metí en Twitter y conté un poco como me sentía. También hablé sobre Rai, pero obviamente no dije su nombre. Terminé de cotillear y me acosté a dormir. Últimamente me entraba sueño muy pronto.

Al despertarme oí ruidos abajo, entonces ya supuse que mi madre había llegado ya. Me puse las zapatillas de andar por casa y bajé. Naturalmente era mi madre, así que la salude.

¡Hola mama!, ¿Qué tal hoy en el trabajo?.

Ah, Hola hija. Pensé que no estabas en casa. El trabajo muy bien, como siempre. –Con una gran sonrisa.

Pues me alegro mucho. –Mientras le sonreía yo también.

¿Y eso que hoy no has salido?. –Muy sorprendida ella.

No sé, no me apetecía mucho. A parte estaba muy cansada y tenía sueño.

Mi madre después de que le dijera eso se quedó pensando... pero no dijo nada. Mejor, sino empezaría con sus paranoias.

Para cenar hizo hamburguesas. Estaban buenísimas, como todo lo que hace mi madre. De postre, cada una se comió un trozo de tarta de la madre de Rai.

Entonces mi madre como la que no quería la cosa me dijo que mañana iríamos a comer a su casa. En ese momento tuve que hablar.

¡¿Cómo que nos vamos a comer a su casa?!. –Gritando mientras se lo decía.

En primer lugar baja la voz, que no estamos por la tarde. Y en segundo lugar sí, vamos a ir a su casa a comer. Me he hecho muy buena amiga de su madre y bueno... nos ha invitado a comer.

Pero mama... si no la conoces de nada. ¿Cómo vamos a ir a su casa a comer?.

Pues por eso mismo, como no la conozco es una buena ocasión para hacerlo. Es mi última palabra.

Mi madre estaba decidida a ir a casa de Rai. Obviamente no podía llevarle la contraria, así que no dije ni una palabra más sobre el tema.

Terminé de comerme la tarta y subí a mi habitación. Mientras buscaba mi ropa para ir al instituto, una luz en el casa de al lado se encendió. En ese momento vi a Rai. Su ventana daba a la mía. Él no se dio cuenta de que lo estaba mirando. Mejor.

De repente empezó a desnudarse y yo como tonta me quedé mirando. 

Qué bueno estaba. Que pectorales. Que todo. 

En ese momento me puse a pensar, ¿tendrá novia?. Mientras lo miraba atónita, él sin saber porqué se dio la vuelta y ahí me quedé yo... mirándolo.


Nuestras miradas se cruzaron y ninguno bajó la mirada. 

De repente mi madre entró en mi cuarto.

Capitulo 10.



Dorian, ¿y esa cara?. ¿Te pasa algo?.

Ah, Hola Nahia. No nada. Estaba pensando. Sólo eso.

Que mal mientes eh. –Mientras me reía para suavizar un poco las cosas, sin conseguir resultado.

Al final no conseguí averiguar que le pasaba a Dorian. Así que entramos a clase. Aun estando rayada por todo lo que había pasado con Tea, había algo que todavía me ponía feliz. Mi gran viaje por el mundo. Hasta ese maldito viaje me recordaba a Tea ya que íbamos a ir juntas. En fin dejé de pensar en ella y me puse a pensar otra vez en el viaje. Tenía que buscar a otra persona con la que ir al viaje, y casualmente conocía a una persona perfecta. Dorian. Decidí preguntárselo pero no ahora. No la veía con cara de querer hablar mucho hoy.  Así que me puse a pensar y decidí invitarla a comer mañana a mi casa, sería la ocasión perfecta para preguntarle si quería irse conmigo.

Termino la clase y como ya era hora de irse a casa justo antes de que Dorian se subiera al coche de su madre, la detuve y le pregunte.

Hey Dorian, espera. Me preguntaba si... ¿te gustaría quedarte a comer a mi casa mañana?.

Ella muy pensativa pero a la vez contenta me contesto.

Oh claro que sí. Me encantaría. –Con una gran sonrisa en los boca.

Yo muy feliz de que aceptara mi propuesta de venirse a mi casa comer, le respondí:

Que bien que hayas aceptado. Pues mira, si te parece después de clase nos vamos juntas y ya. –Muy ilusionada yo.

Ah vale. Pues nos vemos mañana. Adiós.

Adiós. Hasta mañana.

Lo había conseguido. Dorian mañana se quedaría a comer y aprovecharía para pedirle que fuese conmigo al viaje. Después de despedirme de él me puse los cascos y me fui a mi casa.

Estaba feliz y a la vez estaba triste.

Todo lo que estaba pasando de veras que me superaba.

Terminó la canción y justo llegué a mi portal, pero antes de entrar algo me hizo parar. En la casa de al lado había un camión de mudanza. Qué raro, pensé. Esa casa lleva en venta 3 meses. Quería saber quiénes serían mis nuevos vecinos, así que me dirigí sin que me vieran.

Me puse detrás de un coche que había allí aparcado y empecé a mirar. La familia parecía tener clase como nosotros. Vi que tenían 2 hijos, uno mayor más o menos de mi edad y otra un poco más pequeña pero también de mí edad más o menos. Me quedé más tranquila, así que decidí irme para mi casa. Pero justo al darme la vuelta alguien me sorprendió. Era alto, rubio, ojos claros, sonrisa bonita y cuerpo de infarto.

Era el hijo mayor de mis nuevos vecinos.

En ese momento me puse como un tomate de la vergüenza. El para romper el hielo me dijo:

¡Hola!, ¿Quién eres?, ¿Qué haces aquí?.

Yo muy avergonzada le conteste.

Mm... ¡Hola!. Soy tu vecina de al lado. Pasaba por aquí, pero ya me voy. Adiós.

El me agarro del brazo y con un tono tranquilo pero a la vez enfadado me dijo:

Mi vecina de al lado eh. Encantado soy Rai y no me gusta la gente que se esconde detrás del coche de mi madre a ver mi casa.

Encantada son Nahia y tienes toda la razón. –Mientras nos reíamos sin saber porqué.

Me pareció un chico muy majo y además... no estaba nada mal. Nos despedimos y justo cuándo nos dijimos “Adiós” apareció su hermana...

Rai, mama te está buscando. Dice que la ayudes a meter unas cosas dentro. ¿Quién es esta?.

Se llama Nahia y es nuestra nueva vecina fisgona. Pero ya se va.

La hermana muy emocionada se dirigió a mí.

Encantada. Yo soy Melany, la hermana de este idiota. –Mientras le miraba con cara de mala.

Se les veía muy ocupados así que me despedí por segunda vez.

Bueno encantada de haberos conocido a los dos, pero seguro que mi madre se estará preguntando porqué no he llegado todavía y además vosotros tenéis mucho que hacer. Nos vemos en otro momento. Adiós.

Ellos a dúo me contestaron.

Vale. Hasta luego.

No dejaba de pensar en lo simpáticos que eran. Pero sobretodo no paraba de pensar en esos ojos tan bonitos que tenía Rai.

Entre en mi casa y allí estaba mi madre, con una cara de enfadada total. Y con razón suficiente.

Capitulo 9.

Entramos clase y nada más llegar mis compañeros me miraban como si me hubiese muerto y resucitado a la vez. Todos absolutamente todos me miraban. Como odio que hagan eso. Seguí mi camino y con Dorian me senté en mi sitio.

Note como Camille cuchicheaba sobre lo que me había pasado ayer. Harta de escucharla, me enfrente a ella.

¡CÁLLATE DE UNA MALDITA VEZ!, ¡TU NO SABES NADA!.

Ella como si no supiera que me refería a ella se hizo la buena diciendo:

¿Me dices a mí?, porque si me dices a mí no sé de qué me estás hablando. – Muy irónica ella.

Yo aún más enfadada le conteste.

PUES CLARO QUE TE ESTOY DICIENDO A TI. FALSA ESO EL LO QUE ERES. NO TIENES LA SUFICIENTE VIDA, QUE SIEMPRE TIENES QUE ESTAR HABLANDO DE MI. ESTOY MÁS QUE HARTA DE TI CAMILLE.

Ella sorprendida se calló y no me dijo nada de nada.

Todavía no había terminado, pero justo cuando iba a terminar de hacerlo... ese dolor volvió otra vez. ¿Qué me estaba pasando?. Me tranquilice un poco y me volví a sentar. A lo largo de la clase se me fue pasando el dolor, gracias a dios. Al terminar la clase el profesor me paro para hablar conmigo.

Em Nahia, me he percatado de tus dolores. Creo que deberías decírselo a tu madre.

Yo alterada le conteste:

¿Qué dice usted?, ¿de qué dolores me está hablando?. Yo no tengo ningún dolor.

El muy seguro de lo que estaba diciendo me dijo:

Sabes muy bien de lo que te estoy hablando.

Enfadada le respondí.

USTED NO SABE NADA, NO TENGO DOLORES ASÍ QUE MÉTASE EN SUS ASUNTOS Y DÉJEME EN PAZ.

De un golpe cerré la puerta y me dirige a plástica. Adoro esa clase. En ella puedo descargar todo lo que llevo dentro, me gusta.

Entre en clase y fue como un gran 'fail'. Se me había olvidado de que Tea se sentaba conmigo. Que rabia. Me senté y ni siquiera la mire. Me daba pena, aun así no pensaba decirle nada de nada. En cambio ella no para de hacerme señas para que la hablase.

La profesora nos mandó que hiciéramos un dibujo de como nos sentíamos en ese momento. Así lo hice. Cuándo termino la clase le entregue mi dibujo a la profe, diciéndole una cosa:

Profe, ¿me podría hacer un favor enorme?.

Ella muy entusiasmada me contesto:

Claro que si Nahia, ya sabes que me puedes pedir lo que sea.

Muchas gracias profe. A ver sé que me tiene que poner la nota al dibujo, pero me gustaría que Tea se quedara con el... si puede ser claro.

Ella dudosa pero al final complaciente dijo:

Oh, por supuesto que sí. Yo se lo doy con mucho gusto. Ahora le pongo la nota y se lo doy.

Le entregue el dibujo y me fui.

Desde el pasillo vi como la profesora le daba el dibujo a Tea. Su cara fue un poema. No le gustó nada. Esa era la intención.

Era la hora del patio así que fui a buscar a Dorian a su clase de música y nos fuimos. De repente una voz conocida empezó a gritar mi nombre y vaya que sorpresa, era Tea. Y parecía enfadada.

¡¿SE PUEDE SABER QUE ES ESTO?!

Yo muy sarcástica le conteste:

Pues o eres tonta, o estas ciega una de dos. Es un dibujo.

¿Te estas quedando conmigo Nahia?, porque si es así no me está haciendo gracia.

Obviamente me estaba quedando con ella. Su cara era un cuadro. Me daba pena y a la vez asco.

Ella por otro lado intento suavizar las cosas.

Mira... da igual. Me quedare con el dibujo pero por favor, deja de hacerme la puñeta. Se que te he jodido pero bien y que no está bien lo que te he hecho pero... ¿no podemos arreglar esto como dos mejores amigas que somos?.

¿Arreglarlo?, ¿pero tú te estas escuchando Tea?. Esto no se puede arreglar como personas normales. Me mentiste y ni siquiera tuviste el valor suficiente para decirlo que estabas con Derek. ¿Y ahora pretendes que lo arreglemos como “mejores amigas que somos”?, lo siento pero no.

Pero Nahia yo.. .yo... te echo de menos. Echo de menos hablar con mi mejor amiga, reírme con ella, salir por ahí con ella.

Lo siento, estoy demasiado dolida y no puedo olvidar tan fácilmente. Ah una cosa más, no digas que somos “mejores amigas”, porque tú y yo... ya no somos nada.

Ella se quedó ahí, sola y medio llorando. Tenía tantas ganas de decirle que la perdonaba. Pero no podía hacer eso.


Después de dejarla allí entre en el instituto ya que era la hora de entrar. A lo lejos vi a Dorian así que me acerque a el y nos dirigimos a clase. Por el camino, la notaba rara. Así que antes de entrar le pregunte que le pasaba.

Capitulo 8.

Buenas. – Dijo el médico con una cara muy rara.

Mi madre muy nerviosa le contestó:

Buenas doctor. ¿Qué tiene mi hija?, dígame que nada grave.

Tranquila no se preocupe, su hija solo ha tenido un bajón de azúcar, de ahí el dolor en el pecho.

Muy aliviada, mi madre le contestó:

Oh gracias al señor. Que susto me había dado. Entonces... ¿se puede ir a casa ya?.

Claro que sí, eso sí vigílela mucho. Que coma mucha fruta y esas cosas, ¿vale?.

Si doctor muchas gracias.

No hay de qué. Adiós, que tengan un buen día.

Adiós y gracias.

El doctor se fue y mi madre suspiro de alegría. Estaba feliz por saber que no me pasaba nada. Recogimos mis cosas y fuimos directas a casa.

En el camino a casa, mi madre no se paró a preguntarme que me había pasado con Tea. Mejor, porque no pensaba decirle nada. Me daba tanta rabia saber que me había mentido, que hasta me dolía.

Llegamos a casa y subí a mi cuarto. Me incomodaba estar con mi madre, después de todo lo que había pasado. Ni siquiera encendí el portátil. No sé porqué pero me agarró un sueño horrible, así que prepare mi ropa de mañana y me fui a dormir.

A la mañana siguiente me desperté sabiendo que no había cenado, pensé:

Qué más da, no me voy a morir por no haber cenado.’

Me duché, me vestí y baje a desayunar. Mi madre ya estaba abajo desayunando. En mi casa por las mañanas se respiraba felicidad, pero está mañana todo era tensión. Para intentar cortar esa tensión decidí hablar.
Buenos días mama.

Ella no tan feliz como siempre me dijo:

Buenos días hija. ¿Has dormido bien?, ayer no cenaste. No te dije nada porque ya estabas dormida y después del día que pasaste... pensé que no era bueno despertarte.


Lo sé. Me di cuenta está mañana al despertarme.

Acuérdate que ha dicho el médico que tienes que comer mucha fruta y todo eso.

Me acuerdo perfectamente mama, y tranquila sabes que me gusta la fruta.

Acabó la conversación y con ella yo de desayunar. Cogí mi mochila, le di un beso a mi madre y salí de casa. Saqué mi IPod obviamente y puse la de ‘I Don’t Wanna Be’.

Mientras andaba notaba como gente de mi instituto me miraba sin parar. En un arrebato de rabia grite:

¡QUERÉIS UNA MALDITA FOTO!, ¡PESADOS!.

Ellos muy asustados ya que nunca me había visto así, dejaron de mirarme. Pero de repente ese horrible dolor de pecho se apodero de mí. Dios como algo podía doler tanto. Me había caído al suelo, pero lentamente me fui levantando. La gente me miraba como si de un famoso se tratase. Recogí mi mochila y seguí mi camino. Para rematar mi dolor en la puerta del instituto estaban Tea y Derek besándose tan felices como si no les importara el mundo. No me vieron menos mal, pero justo en ese momento Dorian grito mi nombre en alto.

¡NAHIA!, ¡AQUÍ, ESTOY AQUÍ!.

En ese momento Tea se dio cuenta de mi presencia y con cara de pena me miró. Yo con cara de odio la volví a mirar mientras pensaba:

Guarda esa cara de pena para cuándo él te dejé y vuelvas suplicando mi amistad otra vez. Amistad que yo te negare.’

Dejé de pensar y me dirigí a Dorian. Ella muy preocupada me dijo:

Hola Nahia. ¿Al final ayer que te paso?, ¿Por qué te desmayaste?, me preocupe mucho.

Hola Dorian. No fue nada, un bajón de azúcar según el médico. Estoy bien, solo tengo que comer fruta y esas cosas.


Note que Tea no dejaba de mirarnos. Tenía tantas ganas de abrazarla. La echaba de menos. Pero no, tenía que ser fuerte y dejar de pensar tonterías. Seguí hablando con Dorian hasta que sonó el timbre y entramos a clase.