¡Nahia!,
¿me puedes explicar que haces mirando al vecino?.
Yo
como no sabía que contestarle, le dije cualquier cosa a ver si
colaba.
Pues...
pues... estaba bajando la persiana.
Bajando
la persiana eh. Pero si te he pillado infraganti. ¿Cómo puedes ser
tan mentirosa?.
No
te estoy mintiendo, te digo la verdad.
Gire
la cabeza para ver si él seguía allí y SÍ seguía. Se estaba
partiendo de la risa, y con razón.
Mi
madre estaba haciendo un mundo por mirar por la ventana a un chico
sin camiseta. Al final mi madre molesta, salió de mi habitación y
se fue a dormir.
Nada
más irse mi madre seguí buscando que ponerme. Agache un momento la
cabeza debajo de la cama para buscar mis ‘Vans’ y al
levantarla... allí estaba él, con un cartel apoyado sobre la
ventana.
En
el cartel ponía: ‘Bonito pijama, vecina fisgona’ y una carita
feliz.
En
ese momento me di cuenta de que mi pijama no era el adecuado para ver
a un chico sin camiseta por la ventana. Así que me empecé a reír
cual tonta. Yo obviamente le respondí con otro cartel.
En
el mío ponía: ‘Gracias vecino sin camiseta. ¿Te has divertido
con el show de mi madre?’.
El
me respondió al instante.
Se
empezó a reír y me puso: ‘Si JAJAJAAJ nunca me había reído
tanto. Que pillada más tonta.’.
Y
es verdad, fue una pillada tonta la de mi madre.
Después
de estar un buen rato riéndome, le escribí: ‘Bueno vecino sin
camiseta, me voy a dormir que mañana tengo instituto. Buenas
noches.’, él por otra parte puso: ‘Vale vecina fisgona. Que
duerma usted bien. Buenas noches’.
Luego
de ponerme ese último cartel, apagamos las luces y nos dormimos. Me
lo pase muy bien.
A
la mañana siguiente me desperté la mar de feliz. No paraba de
recordar mi conversación a distancia con Rai. Me duche y bajé
corriendo a desayunar. Tenía la esperanza de encontrármelo por la mañana. Cogí una manzana y salí de casa. Saque mi IPod y justo
antes de poner la canción... apareció.
Casualmente
íbamos por el mismo camino, así que se paró a esperarme. Yo sin que
se diera cuenta, aligere el paso hasta llegar a él y nos saludamos.
¡Buenos
días vecina fisgona!.
¡Buenos
días vecino sin camiseta! –Mientras me reía por debajo.
Bonita
charla la de ayer por su ventana. Debo decirle que me gustó mucho.
A
mí también me gustó mucho. Oye, sé que te gusta mucho llamarme
‘Vecina Fisgona’ pero... ¿podrías llamarme Nahia?.
Me
sentí rara al soltarle eso pero es que tenía que decírselo. Me
estresaba que me llamase ‘Vecina Fisgona’. Igual no quería decir
que no me gustase que él me llamara así.
Se
empezó a reír y luego me dijo:
Está
bien ‘Vecina fisgona’, desde este momento te llamare Nahia.
Muchas
gracias. –Mientras sonreíamos los dos.
Después
de mucho caminar llegamos al instituto. De lejos y al lado de la
puerta vi a Dorian, así que me despedí de Rai y me fui con él.
Mientras caminaba hacia ella me choque con Tea.
Qué
momento más incómodo. En fin.
Seguí
mi camino y por fin llegue a Dorian. Hoy estaba más guapo de lo
normal. Me arriesgaría a decir que estaba ASOMBROSO. Sin exagerar. Así que le pregunte.
Uy
Dorian, ¿y eso que vienes tan guapo?.
Hola
Nahia. Te lo voy a decir, pero prométeme que no se lo dirás a
nadie.
Vale,
cuánto misterio. No te preocupes, seré una tumba.
Pues
a ver hoy se incorpora un nuevo chico a clase, que casualmente es...
MI NOVIO.
A
ver, a ver. ¿Qué es tu QUE?, ¿Me estas vacilando?- Mientras me
meaba de la risa.
Lo
que has oído. Es mi novio. Pero nadie lo sabe. Es una historia muy
larga.
Yo
seguía sin dar crédito a lo que mis oídos estaban oyendo. Dorian..
con novio. Era flipante, y lo que mas me flipaba era que Dorian fuese
GAY.
¿Quién
sería el novio misterioso?. En todo caso, estaba feliz por él. Deje
de pensar y me dirigí a clase. Dorian al sonar el timbre, salió
pitando y yo como sabía que era para ver si su querido novio había
llegado a clase, fui más lenta.
Al
llegar a la puerta de clase vi a Dorian abrazando y besando a un
chico, que sin saber porqué me resulto familiar. Luego entraron a
clase y yo con ellos.
El
tutor ya había llegado, lo que significaba que presentarían al
novio de Dorian como nuevo alumno. Me senté en mi sitio y note a
Dorian súper feliz. Que mono. El novio de Dorian seguía de pie y a
mí me seguía sonando familiar. Ese pelo.Esa ropa.
En
ese momento el tutor mando callar y empezó a hablar.
¡Buenos
días chicos!, hoy tenemos con nosotros a un nuevo alumno. Se llama
Rai. ¿Puede darse la vuelta, por favor?.
En
ese momento mi cara no podía dar crédito a lo que estaba viendo.
Era Rai. Mi vecino. El chico por el que sentía cositas tontas. El
novio de mi amigo y ahora compañero de clase. Ay dios. ¿En serio?.
En ese momento, Dorian me soltó:
Ay
Nahia, me estoy muriendo de felicidad. ¿A que es guapo?.
Yo
no sabía que decirle. Estaba petrificada. Así que así como la que
no quería la cosa, le conteste:
Sí,
es ‘súper’ guapo. Te felicito.
Gracias.
Me costó mucho hacerme con él. Las masas lo devoraban
continuamente, pero él me prefirió a mí. –Con cara de enamorado
me lo decía.
Me
lo imagino, me lo imagino.
Al
fondo de la clase se escuchaba a Camille decirle a Tea que se lo
pensaba ligar. Que era muy guapo y bla bla bla. Yo pensé... ‘Por
encima de mi cadáver dejare que jodas a Dorian’.
Después
de una clase en tensión, sonó el timbre y salí de clase lo más
rápida que pude. No quería que Rai me dijera nada. Pero fui
demasiado lenta, el me sorprendió por detrás.
Hey
Nahia, ¿me parece o estas huyendo de mi?.
Ah,
Hola Rai. Que va, ¿yo?, ¿Por qué iba yo a hacer eso?.
Antes
de que él me contestara... llegó Dorian.
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