viernes, 1 de agosto de 2014

Capitulo 7.

Después de horas de estudio frenético llego la hora del patio. Mi hora de plantarle cara a la que se suponía que era mi mejor amiga.

Terminé de comer y fui en su busca. Casualmente estaba cerca de las pistas, así que me acerque. Pensaba darle una oportunidad de que me dijera toda la verdad sin callarse nada, pero sabiendo como es... lo dudaba mucho. Me acerque a ella y empezamos a hablar.

Tea.. tengo que preguntarte una cosa.

Oh, claro dime lo que quieras.

Quiero que seas sincera conmigo... ¿estas saliendo con Derek?, ¿sois novios?.

En ese momento su cara cambio por completo. Ella sabía lo que estaba pasando. Lo vi en sus ojos. Sin espera alguna... me respondió.

¿SE PUEDE SABER QUE TE HAS TOMADO HOY PARA DESAYUNAR?, ¿CÓMO VOY A ESTAR CON DEREK?, es el chico que te gusta. Nunca te haría eso. Va contra las normas de mejor amiga.

Que cara que tenía. Me estaba mintiendo y en mi propia cara. Intentaré que me diga la verdad una vez más.

Esta bien, te lo preguntare otra vez. ¿Estas saliendo con Derek?.

¿OTRA VEZ?, no no y no. No salgo con él, pero si sabes que ni lo miro de lo mal que me cae.

Harta oír sus mentiras me arme de valor y le solté todo.

¡MENTIROSA!. Eres la peor amiga que he tenido. ¿Cómo has podido hacerme esto?, sabías lo mucho que me importaba Derek.

¿Cómo que MENTIROSA?, en ningún momento te he mentido.

Si, si lo has hecho y de la peor manera. Te vi.

¿Me viste?, ¿Dónde?.

En el centro comercial, ayer, con Derek. Después de que me llamaras pensé que ya podría quedar en otro momento con el así que decidí ir a mi Martes de compras, pero justo cuándo iba a entrar al centro comercial... ¡OS VI!.

¡DIOS MIO!. Nahia... yo...

NO. Tu nada. Teníamos tantos planes juntas aparte del gran viaje y muchas cosas más que gracias a ‘tu amor’ has echado a perder.

Lo siento mucho. No sabía como decírtelo.

Mientes. No sientes nada. Solo oigo escusas baratas. Ya no existe ningún ‘Tu y yo’. Dejamos de ser amigas en este mismo momento. Te odio.

Nahia espera. Mierda.

Me dolió mucho tener que decirle todas esas cosas horribles, pero ella me había hecho una cosa peor.

Sonó el timbre y con los ojos muy rojos otra vez... entre a clase. Tea todavía no había llegado y con razón. Mientras el profesor explicaba, me entro un fuerte dolor en el pecho. No podía respirar. Me levante para decirle al profesor si podía ir a enfermería pero... fue demasiado para mi dolor. Caí al suelo desmallada.

Lo último que recuerdo es ver a Tea entrar por la puerta.

Horas más tarde en el hospital, me desperté muy aturdida. No sabía lo qué hacía allí. Era todo muy raro. Mire a los lados y vi a mi madre. La pobre se había quedado dormida en una silla. De repente Tea entro por la puerta, en ese momento mi madre se levantó.

Oh lo siento no quería levantarla.

No te preocupes, me iba a levantar de todas formas.

Para cortar el rollo y enterarme un poco de lo que me había sucedido, decidí preguntar:

Em... ¿mama?, ¿Qué ha pasado?. ¿Por qué estoy aquí?.

Mi madre muy feliz de verme despierta, me contestó muy rápidamente.

¡Nahia!, ¿estás bien hija?. Me has dado un susto de muerte, pensé que te había pasado algo grave.

Si mama estoy bien y me quiero ir a casa.

Sé que te quieres ir pero los médicos todavía no me han dicho porque te has desmayado.

Ah, ¿qué me he desmayado?. –Muy asombrada le dije a mi madre.

Si cariño, te has desmayado en clase justo antes de salir a la enfermería.
En ese momento... Tea hablo.


Me has dado un susto de muerte a mí también. 

Yo muy malamente le conteste:

¿Qué haces aquí?, ya te deje muy claro que no quiero saber de ti. Te odio.


Sin pensárselo dos veces, salió de la habitación medio llorando. Me dio mucha pena, pero es que me había mentido en mi cara. Mi madre me miro sin creer lo que estaba viendo. En ese momento... llego el médico.

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