Terminó
el patio y subimos a clase.
Todos
estábamos más relajados e incluso más felices, debía ser porque
era nuestra última clase. Si yo creo que era por eso.
Terminó
la clase y salimos fuera del instituto. Aire, felicidad.
Allí
a lo lejos otra vez estaba Dorian, pero esta vez no estaba solo. Lo
había venido a recoger su madre, y se disponía a subir al coche.
Tea
y yo nos dirigíamos a mi casa ya que hoy como todos los Lunes, se
iba a quedar a mi casa a comer. Saqué mi preciado IPod de mi
bandolera y puse otra canción de Rihanna, esta vez puse... ‘What
Now’. Adoro esa canción.
Tea
no me dijo nada en todo el camino. Raro en ella, ya que siempre está
hablando. La razón por la que no decía nada se llamaba IPhone, yo
también tengo uno pero no estoy tan viciada como ella. Se la veía
feliz, interesada por lo que decía y le decían a ella.
Se
acabó la canción y llegamos a mi casa.
¡Mama,
ya estamos aquí!. –Dije gritando como una loca. Como de costumbre.
¡Hola
Nahia!, ¿Qué tal día hija?. –Con un tono un poco entusiasmada.
Pues...
muy bien. He discutido con Camille como de costumbre, ha llegado un
chico nuevo a nuestra clase y bueno... por lo demás todo normal.
Mientras
ayudaba a mi madre a poner la mesa, Tea se fue el baño y casualmente
se dejó el móvil.
Estaba
hablando por WhatsApp así que le llegó un mensaje. Yo muy curiosa fui
a ver de quien se trataba, entre Tea y yo no hay secretos
básicamente porque somos mejores amigas. Me acerqué sigilosamente,
sin hacer mucho ruido, a mi madre no le gusta que cotillee las cosas
ajenas por mucho que sean de Tea.
Me
alarmé, estaba hablando con un tal ‘Bboy’. ¿Quién demonios es
Bboy?.
Nunca
lo he visto en su agenda de contactos. Él le estaba diciendo lo
guapa que estaba hoy en el instituto. Ah, ¿Qué además va al
insti?. ¿Sería el chico del que tanto me habla?, me lo habría
dicho, ¿no?.
En
ese momento escuche la cisterna. Tea salía del baño, muy apurada la
verdad, seguro por saber el contenido de su nuevo mensaje. Al verlo
sonrió. Escribió muy rápido y se metió el móvil en el bolsillo.
Chica lista.
Luego
nos dispusimos a comer.
Hoy
mi madre había echo sus famosos ‘Tallarines a la carbonara’.
Riquísimos.
En
ese momento mi madre dijo:
Que,
¿ilusionadas por vuestras maravillosas vacaciones? -Dijo con una
sonrisa.
Tea y yo contestamos:
¡MUCHÍSIMO!,
por fin vamos a ver mundo. La verdad que estamos muy contentas.
Terminamos
de comer, y fuimos a mi cuarto. Entrar a mi cuarto es como entrar
dentro de mí. A veces me extraña.
Cogí
mi precioso portátil y me metí en Twitter. Adoro Twitter, hay gente
fantástica. Tenía notificaciones nuevas.
Luego
me metí en la página online de H&M. Hay ropa demasiado
perfecta.
Al
ver la ropa recordé que mañana era día de compras y se lo recordé
a Tea.
Tea,
acuérdate que mañana es día de compras. –Yo muy ilusionada.
Tea
no tan feliz, me contestó:
Ah,
ostras es verdad. Lo siento pero no puedo ir. He quedado.
Muy
enfadada le digo:
¿Cómo
que has quedado?, sabes que los Martes son días de compras. Lo
sabes. Es tradición Tea.
Lo
sé y lo siento. Pero es muy importante lo que tengo que hacer
mañana. Ya haremos día de compras el Martes que viene.
Sabes
que el Martes que viene tengo clase de canto, y no puedo faltar. Uf.
Al
final, muy enfadada le dije:
Ok,
haz lo que tengas que hacer ya iré yo sola de compras. Pero... por
lo menos me dirás lo que tienes que hacer, ¿no?
Dudosa
me contestó:
Pues
no, no puedo decírtelo. Además me voy a mi casa que tengo que hacer
cosas.
En
ese momento me quede boquiabierta. ¿Enserio Tea me estaba hablando
así?, y peor, ¿me estaba ocultando cosas?.
Esta
bien... vete. Adiós.
Adiós,
nos vemos mañana en clase.
Y
se fue.
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